La mayoría de los grafitis se hacen con pinturas en aerosol. Aunque una serie de disolventes de pintura son capaces de remover estas pintadas, algunas pueden decolorar permanentemente o manchar la superficie de la roca si no se usan correctamente. Como resultado, la pintura restante puede ser más difícil, o incluso imposible, de eliminar. Los intentos precipitados de quitar el grafiti usando productos químicos abrasivos también pueden causar daño permanente a la lápida, lo que puede ser peor que el grafiti. En este post te diremos qué puedes hacer para quitar las pintadas de una tumba.
Eliminar pintadas de las lápidas en 3 pasos
Paso 1: Lo que debes de saber antes de limpiar el grafiti de la tumba
La capacidad de identificar el material del que está hecho el grafiti es un paso importante para retirarlo sin causar daños a la roca. Los materiales utilizados con mayor frecuencia son los numerosos tipos de pintura en aerosol (poliuretanos, lacas y esmaltes), las pinturas aplicadas con brochas (aceites y resinas sintéticas como vinilos, acrílicos, acetatos o alquídicos) y marcadores permanentes de fieltro.
También es útil establecer cuánto tiempo ha estado el grafiti en la superficie. La mayoría de las pinturas que han estado en la superficie durante varias semanas o meses, probablemente se hayan endurecido. Con el tiempo la solubilidad de la pintura se reduce y es más difícil de eliminar.
Paso 2: Tipos de material de las tumbas
Algunos tipos de roca pueden reaccionar adversamente al contacto con los diversos agentes de limpieza requeridos para romper o disolver la unión entre el grafiti y la superficie afectada. Por lo tanto, para fines de limpieza, los tipos de lápidas se clasifican a menudo de acuerdo a si son sensibles a ácidos, no-sensibles a ácidos o si son sensibles a álcalis.
Las rocas sensibles al ácido son aquellas que consisten en materiales carbonatados y pueden ser dañadas o incluso destruidas por contacto con ácidos. Aunque, en muchos casos, los compuestos de limpieza ácidos no son eficaces para eliminar grafitis y generalmente no deben usarse para este propósito, es útil saber que algunos materiales sensibles a los ácidos incluyen: la piedra caliza, el mármol, el travertino, las areniscas calcáreas, la mayoría de rocas pulidas, la terracota arquitectónica esmaltada y el ladrillo esmaltado.

Los materiales no sensibles a los ácidos incluyen la pizarra, el granito, la terracota arquitectónica no esmaltada y el ladrillo sin esmaltar.
Las rocas sensibles a los álcalis contienen silicatos o compuestos de hierro solubles que pueden reaccionar con álcalis o con agua para formar tinción severa. Las sensibles a los alcalinos incluyen algunos granitos, la piedra caliza india, y muchos tipos de arenisca, especialmente las que son de color verde o gris. Las superficies esmaltadas y pulidas tienden a dañarse cuando entran en contacto con ácidos fuertes y álcalis fuertes.
Paso 3: Eliminar el grafiti de la tumba
La eliminación de un grafiti de una lápida siempre debe comenzar con los medios más suaves posibles. Las pintadas frescas, de uno o dos días de antigüedad, realizadas con marcadores hidrosolubles, a veces pueden ser eliminadas sólo con agua, o con la ayuda de un detergente neutro o no iónico. Los detergentes no iónicos no dejan un residuo sólido visible. Cualquier detergente debe ser abordado con precaución y probado antes de usarlo porque la mayoría de los detergentes comerciales no son neutros y contienen sustancias que pueden dejar residuos indeseables en la roca.
