En la entrada de hoy abordamos las diferencias entre una tumba, una fosa, un nicho, una lápida y un panteón. Muchas veces usamos la palabra tumba para definir cualquier tipo de sepultura, algo que es correcto pero que, sin embargo, contiene matices que hoy tratamos de explicar.
Tumba. Una tumba es cualquier espacio en el que se entierra un cadáver. Sin embargo, en su segunda acepción, la Real Academia de la Lengua Española apunta que se trata de una obra levantada en piedra donde se entierra a una persona. Es decir, siendo estrictos, cuando hablamos de tumba, nos estaremos refiriendo a aquellas sepulturas que pueden albergar a una o más personas, pero que se encuentran separadas del resto.
Fosa. Recibe el nombre de fosa el espacio cavado en el suelo con el fin de enterrar a una o más personas, independientemente de que contenga tumba en la superficie o lápida.

Nicho. Un nicho es cada una de las cavidades que se realizan en un muro con el fin de introducir en ella los ataúdes o urnas. De forma generalmente rectangular o cuadrada, los nichos se encuentran en los muros de los cementerios los unos junto a los otros.
Lápida. La lápida es la parte que alberga inscripción que acompaña a la tumba o nicho, ya sea en perpendicular a la sepultura, sobre ella o a modo de cierre del nicho.
