Esta semana hemos acudido al Cementerio de la Almudena a realizar nuestras limpiezas de sepulturas y hemos decidido que queríamos contaros aquí de vez en cuando nuestro día a día, a modo de diario, para que conozcáis más acerca de nuestro trabajo, metodología y de nosotros mismos.
Los días de invierno soleados que nos está regalando Madrid en estos primeros días de diciembre ayudan a que la jornada de trabajo sea aún más agradable. Para que os hagáis una idea, la limpieza de una tumba puede llevarnos de 2 a 7 horas, depende siempre del tipo de sepultura, tamaño, material del que está hecha y estado en el que se encuentra.
No es lo mismo limpiar una sepultura de piedra nobelda (que es rugosa) y que lleva 30 años sin limpiarse -por lo que tendrá moho o líquenes- que una de granito pulido que se limpia regularmente. Aquí podéis ver un ejemplo de antes y después de limpieza de tumba que nos llevó cerca de 7 horas.
Somos meticulosos, detallistas, realizamos nuestro trabajo con ganas y con el permanente objetivo de alcanzar la plena satisfacción del cliente.
Aquí podéis ver otra muestra, en este caso, la limpieza de un nicho de granito pulido. Limpiamos a fondo tanto la lápida, como los alrededores de la misma, y dejamos, como siempre, nuestro detalle floral: